sábado, 6 de febrero de 2016

Y se nos escurren los días entre los dedos.

De "Haro y yo".



    Haro, se me ha escapado otro día, sin darme apenas cuenta, furtivamente, sin hacer ruido.
Mis días se calzan con zapatillas de suela blanda, neumática y se escabullen sin oírlos.
Al principio uno cree que tiene muchos, no ve que el montón va menguando, como cuando compro un paquete de folios, lo pongo en la mesa, a la derecha, con esa bola de cristal rellena de nieve de fantasía encima, para evitar que se escapen, y voy utilizando uno a uno, a veces para hacer sólo un simple verso.
Como hay tantos, puedo emplearlos sin miedo, con dispendio, negándoles el valor exacto y los ojos se habitúan al perfil del montón y no percibes la merma, hasta que llega el día en que, sin esperarlo, a traición, la bola de nieve artificial reposa sobre apenas un par de hojas.
Ay, Haro, los días se van agotando tanto y tan rápido y vamos escribiendo tan poco en ellos, apenas un verso, que, cuando llegue el final, al igual que con los folios, no podremos volver atrás para aprovechar mejor las hojas o exprimir los días hasta la última gota y eso, ya sin remedio, no nos lo podremos perdonar.

Ayúdame tú Haro, pequeñajo, échame una mano, guíame, enséñame a ver.





2 comentarios:

  1. No vuelvas la cabeza, atrás quedó atrás. Aclárate los ojos, mira fijamente y sigue, seguro que verás de otra manera. Los folios son un buen ejemplo, a mí me ocurre lo mismo. Feliz carnaval. Un beso para Haro y otro para ti.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "!Socorro! Los olorosos osos cojos con los ojos rojos son horrorosos". Frases con sólo una vocal. Para próximos trabajos. Más besos para ti.

      Eliminar