sábado, 16 de enero de 2016

Gamberras en el taller de escritura.

El pasado lunes en el taller de escritura propuse, como trabajo de ratos perdidos,  un relato en el que se incluyeran las palabras armario, tejado, jardinero, beso y miedo.

Estoy en ello.
Un relato-historia de un par de tres o cuatro folios con los consiguientes introducción, nudo y desenlace.
Pero hubo un momento que me despisté, me fui por los cerros de Úbeda, me puse a soñar con ese viaje a Tombuctú que tanto deseo y a pensar en comerme todos los bombones de licor que me esperaban en la nevera.
Total, que, durante media hora, divagué con las palabras.
Me puse a hacer minis.
Algo así como:

Le dí un beso al jardinero en el tejado. Me dio miedo y me escondí en el armario.

Me besó el miedo, el jardinero estaba en el tejado, me metí en el armario.

Me dio un beso dentro del armario. El jardinero. Me dio tanto miedo que me subí al tejado.

Aquel beso me dio miedo. Fue cuando subimos el armario al tejado. Me he enamorado del jardinero.

Tengo al jardinero en el armario. Tiene miedo. Eso le pasa por no darme un beso en el tejado.

Tengo un armario y un jardinero. Me da miedo subirme al tejado. Dame un beso.

Le doy un beso al miedo. Me subo al tejado mientras mi jardinero me desarma un armario.

Dejo el miedo en el armario. Al jardinero en el tejado. Te beso.

Mi jardinero ha salido del armario. ¿Y el beso que me dio en el tejado? Miedo me da.

Tengo unos doce ejemplos más. Una locura.
Me acabo de comer el último bombón. Otra.
Voy a acabar el relato como dios manda.

Se viene alguien conmigo a Tombuctú?



Os echo de menos.
Me aburro.
Namasté.

8 comentarios:

  1. YOOOOO.LO necesito.
    Hay un armario al viento
    en el alar de mi tejado
    no creas que está mojado
    lo resguardó con talento
    sabiendo de mi tormento
    mi amado jardinero
    el de mi beso primero
    aquel que alejó mi miedo
    y susurrando muy quedo
    me brindó un Gran Te Quiero.
    Yo me voy hasta el fin del mundo. Abrazo

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    1. Pues mira, hasta poesía ha sugerido el jardinero de marras. Ja, ja, estupendo. Un beso.

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  2. Hay una persona por ahí, que cuando estoy en baja forma, aburrida o tristona. Solo me dice: escribe, escribe, escribe. No me doblo, son diferentes. Besos.

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    1. Pues anónimo II, ya estás viendo que es la mejor terapia. Un abrazo.

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  3. Es buenísimo, me he reído. Escucha, dale un beso al jardinero, escóndete en el armario, sube al tejado, tira el miedo a siete leguas. Lo que te plazca pero, sé feliz. No me triplico, son distintos. Buen día.

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    1. Anónimo III, como ves pueden surgir mil historias. Cuántas combinaciones posibles saldrán? Buen día, un abrazo.

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    1. Es que el jardinero es mucho jardinero. Ya te lo presento. Un abrazo.

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