miércoles, 6 de enero de 2016

Alas.



De cuando me escondo en el estudio.
De cuando me ovillo.
De cuando el olor a tinta me lleva a donde quiere.
Del bruxismo del papel en blanco.




Mira cómo está la mañana.

Recortada en el horizonte,
amplia en las esquinas
y sumisa bajo la ventana,
danzarina hacia el cielo.

Lúdica.

Me abraza desde la espalda
y borra interrogantes
y esperas.

Bate las alas. 
Lo noto.

Ese dolor tenue,
ese escozor que aumenta
cada día.

Ese ansia y ese ardor
que crece.
Que me asusta,
porque es imparable.

Que galopa
incesante.
Esa añoranza
añeja.

Ese miedo
al cambio.

Irremediable.







*Imagen tomada de la red.

2 comentarios:

  1. No pienso fallarte en ni un solo comentario, aunque esté ausente con mi memoria. Abrazos.

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    1. Tú no me fallarías aunque no te manifestaras. Abrazos con memoria.

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