domingo, 13 de septiembre de 2020

Cuestionario Proust. Teresa Sánchez Laguna (Tesala)


En la Plaza de San Juan, en Villanueva de los Infantes y con don Francisco de Quevedo escuchando la charla.

Adelanté esto, durante los meses de verano y cuando aún continúa el mundo semi recluido por la pandemia del Covid-19 que nos mantiene en alerta y con los brazos desocupados:

     "Para intentar mantener la cabeza fuera de esta angustia que nos cubre, para evitar la faja que nos impide respirar a plena carcajada, he recurrido a gigantes. En La Mancha los hay, todos los sabemos. He disfrutado de unos momentos mágicos escuchando a tres poetas. Les he hecho mis cuestionarios_Proust. Voy a recordarlos en los próximos días para agradecer su tiempo y sus sonrisas.

      La poesía no ha sufrido. Lo he comprobado. Tres meses en territorio manchego. Vuelvo renovada. Y feliz".

      Y el primer gigante con el que me reuní para procurarnos un oasis de luz en este páramo de precaución y desconfianza que nos asola, fue mi amiga del alma, la poeta y fotógrafa Teresa Sánchez Laguna. Y con ella comienzo, ya de vuelta a mi estudio, esta ronda de charlas con amigos.

     Sé de sobra que es generosa, compasiva y resolutiva y ella me confirma estos rasgos de su carácter.

     Que la cualidad que más aprecia en todo ser humano es la honestidad y la sinceridad y que no espera nada de sus amigos, pero que lo espera todo. Que cree que tiene un carácter, en ocasiones, demasiado fuerte, aunque reconoce que le es necesario para acometer las decisiones de las que nos habló al principio.

    Le gusta a mi amiga disfrutar del instante, del momento poema, del descubrimiento de esa imagen que estaba oculta hasta que ella con la pupila-objetivo la descubre y la glorifica. Le gustaría ser mariposa, ave, libre, poseedora de toda la belleza. Le gusta el blanco.

     Le pregunté en que país le gustaría vivir y no lo dudó, me dijo que en La Mancha y respirando ese olor que la caracteriza, como le seduce el olor del jazmín y las lilas de su jardín, ese rinconcito donde se refugia por las noches para pergeñar los poemas de amor o de gozo que luego recita con esa voz tan clara y particular que todos esperamos.


Nos quitamos la mascarilla un momento y nos tomamos de la mano, para que la foto no encontrara obstáculos.

     Le gusta la alondra, el pájaro del comienzo, símbolo del amanecer, de la libertad, del amor, de Cristo. A Teresa se la puede buscar en el silencio, Búscame en el silencio, fue su primer poemario; admira la prosa y poesía de Natividad Cepeda, excelente persona y poeta de Tomelloso, y de la gran poeta y mujer que fue Sagrario Torres. Cuando recorre la estepa manchega, las carreteras del alma, en su coche, la música de Kitaro no puede faltar. La luz de los cuadros de Joaquín_Sorolla le fascina y "mi madre" fue la respuesta cuando le pido el nombre de una heroína de la vida real. Detesta comer con los dedos y la dejadez física, me asegura que nunca miente y me invita a probar su receta: "floretes de coliflor Tesala".

     Se le olvida a veces cenar sumergida en la letra de algún poema o retocando las fotografías que ha recolectado en su deambular por las tardes incendiadas de su tierra, embriagada por el aroma celoso del jazmín que la acompaña y con la caricia de las estrellas en su eterno sueño de florecer.

     Su estado de ánimo habitual es sereno y positivo, le gustaría morir en paz y pidiendo perdón; agarra con las dos manos la dignidad, su gran tesoro. Me dice que ha amado, que ama, que teme no estar a la altura, que le gusta su nombre y que admira a mujeres que también se han llamado Teresa. 

     Nos despedimos de esa tarde. Hemos tenido muchas. Tendremos muchas más. Teresa Sánchez Laguna, es mi amiga. Vive en Valdepeñas, yo tengo mi Villa Favorita en Villanueva de los Infantes y juntas hemos recorrido y recorremos todos los pueblos bellos de La Mancha, y Teresa va deteniéndose en cada milagro y captándolo con su inseparable cámara fotográfica y me señala atardeceres únicos y me recita, cuando se lo pido, el último poema.

     Le agradezco sus respuestas y su amistad.


Hace años, paseo por El Peral, un paraje natural e idílico, cerca de Valdepeñas, que me descubrió mi amiga. Entonces nos acompañaba Haro.



En el patio de la Casa de los Estudios, en Villanueva de los Infantes. Otro día de otro año.


 Dibujé una puerta violeta en la pared
Para ti, amiga.





Y gracias.



       

2 comentarios:

  1. Grandes mujeres. Grandes manchegas. Grandes amigas. Abrazos de un humilde calatravo

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    1. Gracias, cariño. Tú te podrás definir con humildad. Para mi no puedes ser más grande. Un abrazo.

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