Para mi perro Haro. In memoriam.
Para
Mari Carmen, en aquella tarde.
Bastante nos importa el fútbol a ti y a mi, Haro. Ná de ná.
Pero parece, ¡qué ignorantes debemos ser! que era
tremendamente importante el tema: La final del Mundial de fútbol de Sudáfrica,
año 2010: España frente a Holanda y nosotros, Haro, tan frescos.
Habían instalado una pantalla gigante en la Plaza Mayor
de Leganés, para que los vecinos pudieran seguir las hazañas de La Roja y
allí se reunieron más de 2500 seguidores del evento.
Y nosotros, seguíamos tan a lo nuestro y ajenos al
fabuloso acontecimiento.
Andábamos amodorraillos los dos, tirados en el sofá, en
esa calurosa y tranquila tarde, cuando nos llamó tu tía Mari Carmen para
incitarnos a ir ver el partido.
Dudé, bastante nos importaba el fútbol a ti y a mi,
pensé. Pero ante la falta de algo mejor, acepté la propuesta.
Y aceptamos la invitación, Haro, con todas las
consecuencias.
Nos pintamos la cara con los colores de nuestra bandera,
¡faltaría más!, te coloqué un trapillo rojo en el cuello y, armados con un pito,
con encaminamos a la plaza.
Y seguimos el encuentro mezclados con la muchedumbre:
saltamos, bebimos cerveza en grandes vasos de plástico, ladramos (creo que eras
tú, pero no estoy segura) y, de repente, en la segunda parte de la prórroga, a
cuatro minutos del final para ser exactos, ¿te das cuenta del nivel, Haro hermoso?, surgió un gol de Andrés
Iniesta que estalló en la explanada con la fuerza de tres mil quinientas bombas
atómicas.
España ganó su primer mundial, nos emocionamos Haro, para
qué negarlo. Nos abrazamos los tres, tu tía, tú y yo y brincábamos, contentos,
como si fueran para nosotros los milloncejos del triunfo ¡qué cosas!
Y entonces le vi, el fotógrafo oficial del evento se
encontraba en lo alto, arriba, encaramado en el frontispicio de la Casa
Consistorial y, con una cámara importante y un teleobjetivo de categoría,
enfocaba a diestro y siniestro buscando una imagen impactante y original para
la foto de la revista del mes.
Pensé rápido, visualicé la portada y le ayudé: te alcé
todo lo alto que pude, grité: gol, gol,
gol! oé, oé, oé!, más alto aún y te mantuve allí arriba, madre orgullosa, el tiempo que hizo falta para que el
fotógrafo oficial del evento se percatase del chollo.
Portada de la revista La Plaza, mes de Julio de 2010. En
medio de una multitud contenta, feliz, desestresada, jubilosa, de una auténtica
marea roja, se destaca un perro señero, tú Haro, ¿recuerdas?, miras a cámara,
artista tú, prota entre tanta gente,
guapo, impasible y arrogante como un actor consumado y estoico, mientras tita Mari
Carmen te observa arrobada.
Ganamos el Mundial, Haro, y ahí estabas tú, con tu
bufandilla roja, con los colores patrióticos tiznados en el flequillo, ladrando
como un loco, para celebrarlo.
Tu primera portada.
Tu momento de gloria.
Artista.
Haro 2004-2016. Te recuerdo todos los días. A todas horas, a cada momento.
En tus ojos se enreda todo,
ResponderEliminarlas mañanas, las caricias,
la palabra vamos, el camino,
la luna y los suspiros.
En tus ojos me vuelco
cuando todo gira,
cuando no encuentro
el objeto.
En tus ojos ha crecido
una almohada
de plumas
y yo apoyo en ella
mi alma perdida,
mis manos desnudas,
mis desvelos.
Y el a ti también...
ResponderEliminarAy, cariño, si es que parece mentira el amor que se puede llegar a sentir por un peludillo. Fueron doce intensos años, pero se fue antes de tiempo y no sé lo que daría por volver a tenerle un ratito entre los brazos. Mirarme en sus ojos preciosos.
EliminarFueron sus ojos espejos para tí. Siempre lo quisiste y te quiso. Ahora enmarca en tu memoria su figura.Gira a tu alrededor y fija loa ojos en esos dos luceros azabaches y bibarachos que te persiguen, él también te quiere. Por Haro,por Chewie.Abrazos.
ResponderEliminarLo haré. Chewie se lo merece. He tenido suerte. Un abrazo, contigo también la he tenido.
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