Si yo hubiera sabido que te irías,
hubiera cosido con puntaditas pulcras y rotundas tu sonrisa en el borde de mi
falda, hubiera guardado más instantes en ese cajoncito de la memoria que te
reservo, momentos de lunes robados, encuentros fugaces que nos regalábamos para
mirar juntos la metamorfosis de la luna,
besos rápidos o lentos, todos los besos.
Aún tengo, en el hueco de las manos, la
intensa presión de las tuyas, aún te huelo.
Si yo hubiera sabido que te irías, hubiera
llorado aquella tarde de miedos y de prisas, te hubiera pedido tiempo, más sol,
más tardes ociosas, más recuerdos, te hubiera pedido un hijo.
Si hubiera sabido que te irías, hubiera deseado
no conocerte, no jugar al amor, no haber descubierto esas grutas luminosas
donde me llevaste, no saborear la ambrosía de la pasión; hubiera escapado hacia
otros bosques, más sombríos quizá, pero menos inmensos, más llevaderos, lugares
comunes, con árboles caducos de raíces escondidas, caminar de noche.
Si
hubiera sabido que te irías te hubiera robado la risa y la chispita oscura de
tus ojos, esa mirada lasciva y hambrienta que me ofrecías, te hubiera saciado
más, me hubiera muerto más veces entre tus brazos. Tendría un hijo entre los
míos.
Ahora, miro hacia el horizonte, sin
montañas ni bosques que me regalen futuros. Sin lunas. Ahora hace frío.
No nos veremos morir.
*Imagen tomada de la red.
Sí hubiera sabido que te irías,posiblemente desearía no haberte conocido, por todo lo bueno vivido. Continuará....
ResponderEliminarContinuará el lunes. Tenemos visita, ya sabes. Nos vemos. Un beso.
EliminarMe gusta como escribes. Te sigo
ResponderEliminarMuchas gracias, por seguirme y por ayudarme. Un abrazo.
EliminarHola como estas
ResponderEliminarPues divinamente. Ya nos vemos en el taller del día 11 en Villanueva de los Infantes. Un abrazo con lipograma.
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