martes, 2 de agosto de 2016

Besos de nitroglicerina en el corazón.

 "Llegó un momento en que el riesgo de permanecer apretado en el capullo de la flor era más doloroso que el riesgo de florecer".
Anäis Nin.





1 de Diciembre, martes


Querido diario:

Esta mañana ha bajado el frío 
a la calle.
No me di cuenta cuando me levanté,
los cristales engañaban.
Había cierto calor en la alcoba,
como un residuo del pasado,
como una esperanza.
Un hilo fino pero terco,
que aún resiste
el ansia que me incita
a bajar los brazos y parar.
Pero  afuera, en la calle,
en las baldosas sucias de las aceras,
mojadas de un color triste,
se esparcía el desconcierto.

En las copas de los árboles huesudos,
se demoraba, despreocupado, el sol.

Yo percibía su lucha en el pecho,
en la lengua sedienta
 y en el comienzo de los muslos.

Bajé lento por la alameda,
pero me detuve en el recodo de la fuente,
allí donde te vi por última vez.
Me detuve, digo,
y volví a recorrer el camino de la casa.
Desandé  la mañana
para volver al amparo.

Me  dí cuenta después,
tarde,
que el sol ya se había extraviado
tras la memoria.

¿No sabes que estoy muerta?

  

2 de Diciembre, miércoles.

¿De dónde sacan el impulso final
los suicidas?
¿Cómo es el momento en que avanzan
hasta el abismo?
¿Qué hora prefieren?
He pasado la noche escribiendo rencores que me disculpen.
A tus ojos, digo.
Para que perdones la huida,
para que no te muerda la culpa.

Mientras acudo al salto, escribo.
Las palabras me sujetan el ansia,

el olor de la tinta
me detiene.


2 comentarios:

  1. Hoy me cuesta pronunciar las palabras.Es una tarde con sol pesado, tórrido, pero las aceras siguen con esas manchas que difícilmente salen. No sé cuales son las horas en que se puede ser feliz, pero sí los momentos que te amarran para no serlo.Un abrazo.

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    1. Son zonas de sombra durante el paseo. Éste es un poemario triste de un Diciembre que hay que olvidar. Un beso.

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