martes, 28 de junio de 2016

Leganés con la Roja.



 (Para Mari Carmen, en aquella tarde).



Bastante nos importa el fútbol a ti y a mi Haro. Ná de ná.
Pero parece, ¡qué ignorantes debemos ser! que era tremendamente importante el tema: La final del Mundial de fútbol de Sudáfrica, año 2010: España frente a Holanda y nosotros, Haro, tan frescos.
Habían instalado una pantalla gigante en la Plaza Mayor de nuestro pueblo para que los vecinos pudieran seguir las hazañas de La Roja y allí se reunieron más de 2500 seguidores del evento.
Y nosotros, Haro, tan pasotas y ajenos al fabuloso acontecimiento.
Andábamos amodorraillos los dos, tirados en el sofá, en esa calurosa y tranquila tarde cuando nos llamó tu tía Mari Carmen para incitarnos a ir ver el partido.
Dudé, bastante nos importaba el fútbol a ti y a mi, pensé.
Pero ante la falta de algo mejor, acepté la propuesta.

Y asumimos la invitación, Haro, con todas las consecuencias. Como hacemos siempre.
Nos pintamos la cara con los colores de nuestra bandera, ¡faltaría más!, te coloqué un trapajo rojo en el cuello y, armados con un pito, nos encaminamos a la plaza.
Y seguimos el encuentro mezclados con la muchedumbre: saltamos, bebimos cerveza en grandes vasos de plástico, ladramos (creo que eras tú, pero no estoy segura), paseamos tu cuerpo serrano entre la multitud y, de repente, en la segunda parte de la prórroga, a cuatro minutos del final para ser exactos, ¿te das cuenta del  nivel, Haro hermoso?, surgió un gol de Andrés Iniesta que estalló en la explanada con la fuerza de tres mil quinientas bombas atómicas.

España ganó su primer mundial y nos emocionamos Haro, para qué negarlo. Nos abrazamos los tres, tu tía, tú y yo y brincábamos, contentos, como si fueran para nosotros los milloncejos del triunfo ¡qué cosas!

Y entonces le vi, el fotógrafo oficial del evento, amigo nuestro, se encontraba en lo alto, arriba, encaramado en el frontispicio de la Casa Consistorial, y con una cámara importante y un teleobjetivo de categoría, enfocaba a diestro y siniestro buscando una imagen impactante y original para la foto de la revista del mes.

Pensé rápido, visualicé la portada y le ayudé. Te alcé todo lo alto que pude, grité:  gol, gol, gol,… oé, oé, oé, más alto aún, y te mantuve allí arriba, madre orgullosa,  el tiempo que hizo falta para que el fotógrafo oficial del evento se percatase del chollo.

Portada de la revista La Plaza, mes de Julio de 2010, en medio de una multitud contenta, feliz, desestresada, jubilosa, de una auténtica marea roja, se destaca un perro señero, tú Haro, ¿recuerdas?, miras a cámara, artista tú, prota entre tanta gente, guapo, impasible y arrogante como un actor consumado y estoico, mientras tia Mari Carmen te observa arrobada.

Ganamos el Mundial, Haro, y ahí estabas tú, con tu bufandilla roja, con los colores patrióticos tiznados en el flequillo, ladrando como un loco,  para celebrarlo.

Tu primera portada.
Tu minuto de gloria.
Artista!

6 comentarios:

  1. Madraza, donde las haya, inmortalizando a tu chico como el fan mas entusiasta del evento, esos momentos de gloria hay que enmarcarlos. No te veía yo en esos menesteres, pero ya me creo todo. Me encanta la foto. A veces pienso que eres única. BESOS.

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    1. La foto está debidamente enmarcada, faltaría más. Y Haro la mira de vez en cuando, recordando. Un abrazo escritora.

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  2. Oye, me creo todo, en el mejor de los sentidos.Aún tenemos que copiar a nuestra amiga, que ayer nos dio lecciones de...todo. Buen día.

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    1. Tú no olvides la próxima vez el táper de tabulé. Nos vemos, creo, pronto. Abrazotes.

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  3. El mundial se fue. Haro también. Quedamos tu y yo para seguir inmortalizando momentos sublimes. No lo olvides.

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    1. No lo olvido. Faltaría. Ahora a por la próxima portada, esta vez con Chewie. Un abrazo.

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