miércoles, 29 de junio de 2016

Entre palindromos y lipogramas.

     Relato de un encuentro entre enamoradas del papel y la tinta.



Algunas de las componentes de la escuela de escritura.



     El último lunes dimos por concluidos los encuentros literarios. La escuela de escritura cerraba por vacaciones hasta después del verano.
     Quedamos en reunirnos en La fuente honda, punto neurálgico de nuestra ciudad. 
     Para despedirnos y celebrar el cumpleaños de Elvira, nuestra escritora más veterana.
     Para echarnos unas risas y comentar las jugadas. Para darnos unos abrazos de palíndromos y unas confidencias con forma de lipogramas.
     Se nos alargó tanto la velada que los maridos llamaron alarmados.
    -Estamos bien-, les dijimos, presas de risas de caligramas y miradas con oxímoron.
     Antes de despedirnos y con el ansia de no perder comba, leyeron las chicas unos escritos que, cosas de la concatenación, se referían todos a la luna.
     Van a seguir escribiendo durante el estío, que las conozco, van a seguir pergeñando historias con vocales o sin ellas, echando mano del binomio fantástico o saltándose todas las normas, en unas jitajánforas locas o encadenando una ensalada de cuentos fresquita, bajo la sombrilla roja y malva de sus fantasías.
     Van a seguir soñando y añadiendo vida a sus biografías como unas baquianas relatadoras.
    El encuentro de los lunes ha dado frutos. El aula, con las persianas bajadas, en penumbra y con la pizarra limpia nos espera. La máquina del café, en una esquina, aguarda paciente nuestro bullicio, los sonetos recitados de pie o esos haikus que se escurren del encerado y se ovillan entre las patas de las sillas. 
     La escuela se toma un respiro y las chicas escritoras han quedado hoy para despedirse. Y hemos tomado cerveza y refrescos, huevos rotos y tarta de caramelo. 
     Todas hemos ayudado a Elvira a soplar las velas, nos hemos repartido regalos y tendremos, como trabajo de vacaciones, que escribir sobre el lujo y el placer que nos procuran estos encuentros, la escritura, el olor de la tinta que nos enloquece y el sabor de los poemas con que llenamos los cuadernos.
    Nos hemos despedido y nos hemos encontrado.
    Llevamos siempre el bolígrafo en la mano y las hojas expectantes.
    Nos quedan recuerdos por contar y  deseos por descubrir.
    Y de esto se compone la historia.













    Y ahí andamos, escribiendo con nuestra vida, con la mirada, con los días de otoño y con nuestras cicatrices.
    Hasta la próxima guapas.

6 comentarios:

  1. Hola. Tú, entre plato y plato, pergeñando un trabajo, atractivo, sabroso y buen recordatorio para seguir animándonos a continuar esta labor de unir letras, sacar frases y formar un relato.Este verano habrá motivos nuevos para anotar en nuestros cuadernos decorados con gusto exquisito. ¡BUEN VERANO!

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    1. Lo de la cabina no hay que olvidarlo. Llamada intempestiva, sin teléfono y con luna llena. Mil besos.

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  2. Despedida y cierre. Hasta septiembre. Feliz y creativo verano. Abrazos enormes

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    1. Abrazos. Espero que este verano haya encuentro. Literario o cervecero.

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  3. Despedida y cierre. Hasta septiembre. Feliz y creativo verano. Abrazos enormes

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    1. Siempre se me olvida. Recuérdame que te pregunte el por qué del dúplex en tus comentarios. Y es que me encanta. Un abrazo.

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