miércoles, 29 de enero de 2025

Cuando una tarde de mayo te traiciona

 Cuando tenía diecisiete años

no sabía que era el tiempo
de cruzar el Mississippi
en ese barco de vapor
que escondía en el pecho.
Que, a golpe de jazz,
podían crecerme las ansias
y las tetas,
que el mundo era ancho,
que tenía la obligación de beberme a morro
la noche;
ir sin bragas,
probar la esquina,
olvidar el paraguas y caminar de espaldas
y con los ojos cerrados,
mancharme los bajos de la falda de nieve
y barro seco.
No sabía que el reloj se había parado
para esperarme,
que la mañana contenía el aliento
vigilando la dirección de mi mirada.
No sabía entonces,
cuando tenía diecisiete años,
que esconderse en un abrazo sin palabras,
iba a enterrar, ya para siempre,
el incipiente futuro,
aún sin divisar,
apenas germinado.
(Poema incluido en "Por donde entra la luz. Adicta al conticinio", el poemario que saldrá en próximas fechas)





2 comentarios:

  1. Este es un poema muy bello, Eloisa. Tengo muchas ganas de leer el libro entero. Un saludo desde Berlín, C.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Creo que ha quedado un buen poemario, pero será el lector quien tendrá la última palabra. Ya veremos. Un abrazo.

      Eliminar