viernes, 28 de febrero de 2014

Encuentro poético.




Celebrando a Antonio Machado. Como invitados de honor, Pessoa, Juan Ramón Jiménez, Neruda, Rosalía de Castro. Treinta rapsodas, treinta. Lugar del evento, la casa regional y cultural de Castilla-La Mancha, el último viernes de cada mes. Entrada libre con derecho a compartir emociones, versos y algún vinito al final de la contienda. 
Esta tarde hemos contado con la visita y el apoyo de grandes amigos. No digo los nombres, ellos lo saben. En fin, un lujo. Desde aquí os lo digo.

En la imagen me acompaña D. Enrique Sánchez García (Gandhi), asiduo a los viernes poéticos.

lunes, 24 de febrero de 2014

Encuentro poético de los viernes.







Imagen tomada de la red.


El próximo viernes 28, como todos los últimos viernes de mes y a las 19.30 h., en el salón de actos de la casa regional y cultural de Castilla- La Mancha en Leganés, tendrá lugar el 27º encuentro poético. Esta vez dedicaremos un hueco especial a Antonio Machado:
"Da doble luz a tu verso,
para leído de frente
y al sesgo".
Estáis todos invitados a beber poesía.

Poema tonto.




Imagen tomada de la red.



He ido a poner al día las cartillas
del banco.

Hacia mucho que no iba.

Hace mucho que no recibo
sorpresas.

Me han pasado muchos recibos
en el banco.

Me he llevado una sorpresa.

Me he puesto al día.

En el banco.

He puesto al día la cartilla.

He pagado demasiadas sorpresas.

Porque hacia mucho
que no iba,
al banco.

viernes, 21 de febrero de 2014

Más sobre Haro. Por la tarde.



Mientras me tomo un café minúsculo, abro, con la ilusión de la primera vez, un nuevo libro.
Enciendo un par de tres o cuatro velas y me acomodo un cojín bajo la espalda.
Comienzo.
Pero la música que, suavemente, rellena los rincones del silencio, nos sorprende con “La balada de un loco” de Astor Piazzolla y Haro "enloquece".
Es su preferida.
Con una mirada me conmina a dejar el libro y a bailar con él el  tango.
Y ahí nos ves, danzando por el salón, abrazaditos los dos, con los ojos cerrados, a la luz de las temblonas velas:

“Quereme así, piantao, piantao, piantao…
trepate a esta ternura de locos que hay en mí
ponete esta peluca de alondras ¡y volá!
¡volá conmigo ya! ¡vení, volá, vení!

Cuatro  minutos después, apago la magia y continúo leyendo.
Haro se ovilla tras un suspiro y se duerme.
"Loco, loco, loco…”

Compañero del alma... compañero.



Hoy  te has levantado mimoso, necesitado. Ya en la cama me mirabas fijamente, para incomodarme. Durante mi café lento de los viernes, leyendo el periódico  en la pantalla del ordenador, acompañabas a tu mirada acusadora y lastimosa pequeños golpes con la patita, indicándome rapidez en los sorbos.
 En la calle, tu paso, otras veces despegado y pasota, se asociaba al mío y rozabas, de vez en cuando, tu hociquillo contra mi pierna.
Te he mantenido un ratico al sol de este Febrero hermoso, para darle fuerza a tus huesecillos, a tu cuerpo menudo y algodonoso y luego hemos subido a casa con un ramo de azaleas que me tenía reservado mi querida jardinera Paula.
Seguías melancólico y sólo cuando,  aupado a mi pecho, las manos cogidas, hemos bailado las últimas canciones de Amy Winehouse, danzando alocados por el salón, sólo entonces, digo, te has acurrucado, feliz, entre los cojines de tu sofá preferido y desde allí, me miras sonriente y triunfante, descarado,  mientras yo escribo esto para levantar acta de las toneladas de felicidad que me procuras,  bichejo, perrillo amado, fiel Haro, que llegaste a mi vida hace nueve años, para mejorarla, para mejorarla..."



martes, 11 de febrero de 2014

Onomástica.




Imagen tomada de la red.

Yo siempre he creído que mi santo era el 1 de Diciembre, (San Eloy), pero me acaba de llamar para felicitarme un familiar, que se supone que es entendida (es mujer) en estas cuestiones religiosas y de santoral y me dice que hoy, 11 de Febrero, es mi santo y que lo confirme en un taco-calendario del Corazón de Jesús. 
Y voy y lo confirmo.
Y ahí está: Eloísa viuda ( es lo que pone). 
        Pues que lo sepáis.

sábado, 8 de febrero de 2014

Víctima 16 en lo que va de año.



Imagen tomada de la red.


        Mis padres nunca fueron felices.
Fue un matrimonio desarmónico y desigual.
Y fui yo la que sufrí sus continuas disputas.
Soy hija única y he vivido toda la vida con ellos. Creo que elegí no casarme por miedo a repetir su fracaso.
Mi madre, durante años, comparó a su marido con los de sus amigas o vecinas y mi padre siempre salía desventajado.
Mi padre murió hace cinco años.
Desde entonces se respira tranquilidad en esta casa, mi madre ya no tiene a quien lanzar su resentimiento.
De todos los matrimonios felices que mi madre conocía, a quien más envidiaba era a los vecinos de al lado.
—Pepe sí que es un hombre de verdad— decía siempre, apoyando su desdicha en la fregona.
—Qué suerte tiene la Lourdes—rubricaba.
Cuando aquella mañana de invierno la policía se llevó esposado a Pepe, el vecino de al lado, con las manos ensangrentadas y, desde el rellano, vimos el cuerpo desmadejado de la Lourdes, mi madre se adentró despacio en un mundo oscuro, dejó de hablar y se estrenó realmente como viuda.


La queja infinita.






Imagen tomada de la red.


"Llevamos media vida así. 
Tú siempre con la boca abierta; yo, barriendo y despejando el camino.
Media vida es mucho y estoy cansada.
Esperaré sentada aquí, en lo alto, como juez de silla.
Saltarán los batracios, se arrastrarán los reptiles por tus zapatos.
Se amontonarán y subirán hasta tu barbilla.
Y, una de dos: o cierras la boca de una maldita vez, o te tragas y te ahogas con tus sapos y culebras".




(Relato de Lola Sanabría incluido en su libro En pequeñas dosis, e incluido también en Partículas en suspensión).


viernes, 7 de febrero de 2014





     Es horrible, desesperante, no vivir tu vida plena, arrastrar un lastre del que no puedes desprenderte, una enorme bola de penado que te impide dar el paso largo cuando procede, que te mantiene el pecho oprimido, la risa lerda, un rictus de asco, de rabia y de impotencia cuando lo que deseas es volar sobre todos los tejados del mundo.
    O ruegas, ardiente y simplemente, que tus ojos no se topen siempre con la estulticia.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Primera vez.



Imagen tomada de la red.

     Hola preciosa, ¿puedes pasar un momento?, mi madre te quiere preguntar algo.
     Y yo pasé.
   Eran mis vecinos de toda la vida, la señora Herminia y su hijo Hugo, que me sobrepasaba en diez años más o menos.
     Y yo pasé para ver qué me quería decir la señora Herminia.
     La señora Herminia no se encontraba en casa en esos momentos.
    
     Salí de allí media hora después y ya era noche.