El puente del passo honroso.
"Hoy como ayer,
mañana como hoy,
¡siempre igual!,
un cielo gris,
un horizonte eterno
y andar... andar"
Lo decía Gustavo Adolfo Bécquer, pero el poema va por otros caminos, porque en el nuestro los días no son iguales.
Somos catorce.
Hemos comenzado temprano. Después de desayunar, aún noche, emprendemos el camino. Silencio y el eco de los bastones sobre la tierra aún dormida.
Al principio vamos algo tímidos. Eufóricos, pero temerosos; fuertes, pero con la humildad de lo incierto.
Avanzamos. Queda mucho. Hoy 28 kilómetros.
Caminamos deprisa, porque unas literas nos esperan en un albergue que no tiene preferencias. Hay que llegar para asegurarnos el nidito donde descansar de la jornada.
Caminamos.
Festina lente.
Es lo más sensato.
Buen camino.
Somos catorce.
Hemos comenzado temprano. Después de desayunar, aún noche, emprendemos el camino. Silencio y el eco de los bastones sobre la tierra aún dormida.
Al principio vamos algo tímidos. Eufóricos, pero temerosos; fuertes, pero con la humildad de lo incierto.
Avanzamos. Queda mucho. Hoy 28 kilómetros.
Caminamos deprisa, porque unas literas nos esperan en un albergue que no tiene preferencias. Hay que llegar para asegurarnos el nidito donde descansar de la jornada.
Caminamos.
Festina lente.
Es lo más sensato.
Buen camino.
Albergue Vieira.
Catorce literas nos esperaban en el albergue. Hemos perdido el miedo.
Nos mojamos los pies y acariciamos con mimo los dedos doloridos.
Misión cumplida.
Pero mañana, ya os lo dije, es día de letras. Encuentro literario.
Carretera y manta.
Buenas noches.
¡Ánimo andariegos! Vuestras pisadas ayudarán a cimentar los Pilares de la Tierra. Buen viaje de regreso!
ResponderEliminarEstamos todos un poco perjudicados. Pero nada que no pueda arreglar unas risas y unas cervezas. Un abrazo.
EliminarTodas las sendas tienen
ResponderEliminarun muestrario de huellas
que dejan en su rostro
señales de ida y vuelta.
Pero en este camino
los seres lo empiezan
van en igual sentido
con ilusión de meta.
Las horas en él fluyen
cansadamente lentas
por campos de Castilla
que al horizonte retan.
Y mientras vas andando
por esa luz de tierra,
cuando los pies incrustan
vidrio y lava en las venas,
cuando duele la vista
sobre las fincas secas
o te sientes un naufrago
entre mares de siega,
cada paso es un peso
que en el sendero queda
cuando tu alma camina
con ilusión de meta…
Primitivo Oliva
ABRAZOS Y MUCHO ÁNIMO
Muchas gracias amigo poeta. Un abrazo desde el camino. Nos vemos.
Eliminar