Buen día.
Llego ahora, de un viaje rápido e inesperado, con la velocidad de la vida en las esquinas de la boca, sedienta.
Sólo tengo tiempo de mirarme en el espejo, para componer la sonrisa, y lanzarme a mis clases de todo en mi sede castellano manchega.
Y no había subido aún, a este desván que comparto con vosotros, la entrada de hoy.
Os invito a un poema que hice un día.
Un día de ésos en que nos falta el aliento. En que vislumbramos el túnel.
Me apoyé buscando aire,
la espalda, conectada a la vida,
inoculada de "savia" lucidez.
Frente a mi, ampliada,
exorbitante,
la llanura,
la extensión,
vistas por primera vez,
como tras un banquete de peyote.
Mi aliento, galopando
indómito.
El pasado y el futuro
abrigándome la garganta,
apretándola.
Y entonces el tronco me lo dijo:
"Somos el tiempo que nos queda"*
*Verso de Caballero Bonald.
(Del poemario Los pecios del naufragio).
Sed felices.
Sed felices.
Os quiero.
Pura vida.
Pura vida.
galopemos y escribamos indómitas, aún nos queda tiempo porque hoy, todavía somos. Buena tarde.
ResponderEliminarAún somos, es cierto. Galopemos. Indómitas. Ya me contarás el lunes. Un abrazo.
EliminarOh! Me llega ,me llena, mañana lo leo en mi clase �� Todavía tenemos mucho por seguir #aprendiendo ��
ResponderEliminarMe encanta que te llene. En qué clase lo vamos a leer? Abrazos que siguen aprendiendo.
EliminarCon un banquete de peyote poco paisaje divisas.
ResponderEliminarMC
Lo probaré y ya te digo. Me acompañas?
ResponderEliminar