Doctor, permítame, le veo
muy interesado en cortar la hemorragia y en intentar salvar la vida de este
hombre.
Yo lo entiendo, es su
trabajo y, por lo que les oigo decir a sus ayudantes, debe ser usted bastante
competente. Noto que se lo toma en serio. Bien, doctor, como debe ser.
Sus compañeros de quirófano
le están diciendo que hay pocas esperanzas,
y usted no se da por vencido.
Tiene un corazón fuerte,
insiste. Pues gracias por la parte que me toca. Sí, claro que soy fuerte, he
tenido que serlo para aguantar el trote que me ha dado este individuo. No le
tengo mucho cariño, como puede ver.
Se ha quedado parado
doctor, sus ayudantes, sobre todo esta belleza de enfermera que está a su
derecha se ha detenido y le mira, sin entender qué le pasa.
Sólo me puede oír usted,
¿verdad?, pues sí, soy yo, el corazón de este bastardo.
Disimule, siga trajinando y
haga como que no pasa nada.
Doctor, nadie le va a
culpar si muere aquí, en la mesa de operaciones y con el pecho abierto, sus
colegas ven que está muy grave. No luche. Se lo pido por favor, no sabe cuánta
maldad acumulo por culpa de este hombre. Desde pequeño ya era un ser malvado y
cruel. No ha tenido ni un segundo de piedad en toda su vida. Doctor, no le
salve, hágame el favor, quiero morir, descansar, he intentado varias veces
pararme, pero yo solo no lo he conseguido nunca.
Sin escrúpulos, de verdad,
sin cargo de conciencia, déjele, déjeme morir. Su familia lo agradecerá. ¿Ha
visto acaso a alguien esperando en la sala, paseando de arriba abajo, nervioso,
impaciente por recibir buenas noticias?
Doctor, no me haga contarle
todos los crímenes que ha cometido, no quiero recordar más. Y éste último ha
sido el peor. Nunca cambiará. Amo esta bala perdida que tuvo a bien alojarse en
mi sufrido cuerpo.
Gracias, doctor Navarro, la
guapa enfermera le ha llamado, tocándole con cuidado en el brazo.
Gracias, ya veo que me hace caso. Gracias.
Gracias, ya veo que me hace caso. Gracias.
Y no lo piense demasiado
cuando diga “lo hemos perdido”, de verdad doctor, de verdad le digo que hoy ha
cumplido con su deber.
Habrá hecho justicia.
Habrá hecho justicia.
(Relato de esta semana para el taller de ludolingüística. El tema: un corazón que, durante una operación, le habla al cirujano).
*Imagen tomada de la red.
Traidora, después de esto, nos lo podías perdonar.De todas formas gracias. Besos.
ResponderEliminarPues ya verás las cosas tan literarias que saldrán luego en la lectura. La tuya por ejemplo. Venga, al tajo. Un abrazo.
Eliminar