Sigue viviendo!
Yo soy la vida!
En mis ojos está tu cielo.
Pensé que mi ascensor estaba curado, pero no. Hoy comenzamos, hemos vuelto a la rutina, he vuelto a lanzarme a los parques de mi barrio, con mi perro, mis zapatillas de huir y mis ansias.
Todo esto a las seis de la mañana.
Y a la vuelta, (ya no me acordaba), hemos tomado el ascensor; pulso el 13, mi piso, y el aparatejo renquea, gruñe, se bambolea. Haro ladra.
Mi ascensor, ya lo veo, sigue con su problema de superstición, no se ha curado en mi ausencia.
Me niego a pulsar el botón de un piso inferior, salimos y subimos andando.
Como si nada. Trece pisos.
Hemos llegado un poco perjudicados.
Y mientras mi perrillo se atraganta con el agua, yo pongo el café y el aria de la ópera Andrea_Chénier, antes de dejarme caer en el sillón. Exhausta.
Tú no estás sola.
Sonríe y espera!
Yo soy el amor!
Yo soy el olvido!
Secuencia de la película Philadelphia.
https://youtu.be/hGYcXmAsZLA
Ahora sí, ya repuesta y con esta maravilla como fondo, voy a hacer unas judías pintas con conejo.
Es lo que hay.
"Ah!, Yo soy el amor, yo soy la vida!"
Hasta mañana.
Aquí me tenéis, amigos.
Las personas que son el amor. Dan siempre vida. Bienvenida. Yo, estofando unas perdices. Un abrazo.
ResponderEliminarPor más que intento repartir amor en la cocina, no lo consigo. Qué pérdida de tiempo. Las judias no se acaban de hacer nunca. Un abrazo. Seguiré intentándolo.
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