Amanece hoy un martes descarado y previsible. Ya el último de este mes de julio.
Con un café detenido estoy preparando sombrero nuevo y lote de libros para mañana. Voy a una invitación hermosa por parte del Espacio Cultural de El Barco de Ávila, aytobarcodeavila.
Y yo, agradecida, iré al encuentro con mis mejores galas.
Me acompañarán, entre otros muchos más, mis amigos Modesto y Mari Carmen."Qué oficio, hermanos míos, qué tarea. Qué oficio tan humilde y ambicioso, qué meta inalcanzable, qué hermoso oficio para dejarse en él la vida entera".
No hay comentarios:
Publicar un comentario