Verano del 2015
Un día de julio
Presentación
Me
llamo Asiole, tengo cincuenta y cinco años, estoy separada y no tengo hijos.
Trabajo desde hace once años en esta portería
de la calle Jorge Juan de Madrid. Desde que me dejó mi marido.
Fue
justo el día de mi cumpleaños, el 20 de abril. Soy Aries. Pero no miro jamás la
página del horóscopo.
Vivo
con mi gato Barrigas y mi tortuga Frida.
Leo de forma compulsiva y escribo la vida.
Por eso y porque me aprecia, Fernando, mi
librero, me ha regalado esta mañana, cuando me ha visto regando la acera, un
cuaderno precioso, bien gordito, de páginas en blanco, sin líneas ni cuadrículas,
como a mí me gusta. Tiene las tapas de
color malva y dos cintas separadoras, una de color rosa fuerte y otra azul
turquesa.
Para
que escribas poemas, me dice y me alarga también un bolígrafo de tinta verde.
Sabe que, siempre que puedo, escribo con ese
color.
Como Neruda.
“Cuando
la tierra fue
calva
y callada,
silencio
y cicatrices,
extensiones
de lava seca
y
piedra congelada,
apareció
el verde,
el
color verde,
trébol,
acacia,
río
de
agua verde”.
Soy
de estatura corriente, con una cara corriente y una vida corriente.
Soy
sociable, pero solitaria. Alegre, pero con arranques de melancolía.
Me
gusta mi trabajo, tengo unos vecinos agradables y educados, con alguna
excepción, una cafetería justo al lado, donde desayuno a veces, generalmente
los viernes; una librería estupenda en la acera de enfrente; un parque cerca y
un pequeño patio interior, al salir de mi cocina, llenito de plantas y flores y
donde se refugian todas mis fantasías,
mis ansias y sosiegos. Y el reino particular de Frida y de Barrigas.
Disfruto
de algunas amistades, mantengo una relación cordial con Alberto, mi ex, que mi
trabajo me ha costado, tengo una tía en Tours y una biblioteca de varios miles
de libros.
Colecciono
abanicos y bastones. Mis padres murieron.
Abrazo árboles.
Creo
que soy feliz.
Bienvenida Dª Asiole, gracias por haberme sacado una sonrisa.Cuide de su gato y siga contando sus quehaceres.
ResponderEliminarFeliz mes de abril.
Aquí andamos, hija. Volviendo a las andadas, aunque tengo novedades. Ya te contaré. Un abrazo.
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