Veo ante mí,
a todas horas,
la puerta cerrada.
Busco la llave
que coincida, exactamente,
con el hueco de mi huida.
Y aquí estoy aún,
con el suelo alfombrado
de llaves usadas,
de intentos fallidos,
y con las ansias galopando
en el pecho herido y desolado.
Temo continuar.
Sólo me queda
una pequeña esperanza en la mano,
un futuro frágil e incierto.
Y me detengo
ante la duda de hierro,
ante el muro,
ante la imposibilidad del cambio.
Y aquí estoy.
Aún.
Imagen tomada de la red.
El futuro es frágil e incierto para todos. Guarda la llave dorada en un lugar seguro, te servirá en algún momento. Yo no soy cerrajero, tan solo sé de conjunciones y si te sirven de algo, te las regalo completas. Buena semana. Un abrazo.
ResponderEliminarMe gustaron tus conjunciones y tus curiosidades cinematográficas. Besos y abrazos.
EliminarEsos poemas tuyos en estos momentos míos... Tu ya me entiendes. Precioso, como siempre.
ResponderEliminarA lo mejor los he puesto por eso. Un beso, todo se arregla.
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