Esta mañana, temprano. Antes de que despertaran las aguas.
Cuando
nadie me ve
paso
mis dedos asombrados
por
todos los cuadros del museo,
cuando
nadie me ve
miro
tu nuca inclinada
y
cierro los ojos imaginando locuras.
Cuando
nadie me ve
me
abrazo al árbol más viejo de la avenida
y
le cuento el secreto
de todos los noviembres.
de todos los noviembres.
Cuando
nadie me ve,
me
toco la piel paciente y sedienta,
ardiente
y desmemoriada;
cuando
nadie me ve
rezo.
Cuando
nadie me ve
arranco
las fotos del principio
y
dejo las hojas del álbum limpitas,
disponibles,
para
pegar esos instantes encendidos y plenos
que
aún me quedan.
Cuando
nadie mira,
me creo.
Hola. Menos mal, porque anoche, cuando nadie lo miraba, oí llorar al blog. Yo, cuando nadie me ve ¿sabes? solo pienso, pienso y pienso. Un abrazo
ResponderEliminarPues ya nos contarás tus pensamientos en el taller. Un beso.
Eliminar¿Lloraba mi blog?
Me ha gustado, es tierno.
ResponderEliminarGracias, me voy a ver que hago cuando no me vean.
EliminarCuando nadie me ve, pienso en otros días, otros momentos. Cuando nadie me ve, lloro.
ResponderEliminarPues cuando nadie te vea, me llamas y nos vamos a caminar y a reir juntas. Besotes.
EliminarLo siento, no es tu blog el que lloraba, ni llora. Tienes razón. Es el mío, que lo tengo solo y abandonado. Lo pondré en orden. Buena semana.
ResponderEliminarPues a la tarea, que no puedes permitirlo. Besazos. Será una buena semana, te deseo lo mismo.
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