Me dice que, aún de noche,
cuando se levantó,
supo que el día seria brillante
y festivo.
Que el sol de Febrero saldría
lujuriante y orgulloso.
Me dice que ella sólo veía matices
de invierno y desnudez de árboles.
Me dice que siente un miedo oscuro
y denso,
y denso,
y yo rememoro de nuevo,
y miro el tenue filo rojizo del horizonte.
Me dice que en la ducha se tocó,
para que sus dedos guardaran
el contorno de su pecho.
Me dice que tiene los brazos baldíos
y los labios sin tacto,
que no responde a las caricias.
Que teme despertar
y no hacerlo,
que siente un temblor infantil
en los hombros.
que siente un temblor infantil
en los hombros.
Yo le susurro a su
cuello vencido,
que llegará el tiempo de florecer,
que llega siempre,
y le ajusto el sombrero
y las ganas
para esperar juntas
la explosión de los cerezos,
el aleteo rabioso
del águila cuando se eleva,
el escándalo de las aguas,
la pronta primavera.
Brindaremos por ti , brindaremos por mi que también he caminado por el filo en varías ocasiones y brindemos por ELLAS para que puedan brindar algún día!!��
ResponderEliminarClaro que sí, brindaremos todas y, algún día, se brindará porque todo sea sólo recuerdo. Un beso grande.
EliminarSí, para todas las mujeres es poema bonito. Para las de la vanguardia y las de la retaguardia. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarPor supuesto. Gracias. Mil besos.
EliminarPara todas ellas, Las que han salido. Las que están saliendo en estos momentos. Las que aún entrarán. Mi cariño y mi luz en esa gruta.
ResponderEliminarQue son muchas, demasiadas. Donde más nos duele. Gracias por el cariño y la luz. Nunca es suficiente.
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