Para Ángel, mi padre, allá donde esté.
Para Ángel, mi hermano, por estar aquí, siempre.
Y como colofón, aquí me hallo, entre dos Ángeles, uno, mi padre, al que le dedico mi poemario y mi vida, y otro, mi hermano que me regala siempre, a cada momento, porque su vida es eso: un puro regalo.
Tengo los polifenoles en la piel, se me han puesto los labios de color rubí oscuro, la nariz plena de olor a vainilla y especias y la boca armoniosa de taninos. El ansia sosegada.
Gracias a los dos.
Suerte la mía.
Dicen que todos tenemos un Ángel. Me alegro de que tú tengas dos en tu vida. Me alegro de que el ansia esté sosegada. Me alegro de acompañarte en tu día. Sí, me alegro. Besos.
ResponderEliminarMás me alegro yo. Creo que viste mi alegría cuando os ví. Un beso y mi agradecimiento por ello.
EliminarVamos... Con lo que cuentas casi te has bañado en vino. Egoísta.
ResponderEliminarPues casi, es una magnum. Y rico, rico. Un besote. Ya nos tomaremos una juntas.
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