Leíamos, en el
taller de escritura,
poemas eróticos.
La tarde decaía,
era la hora de
concluir el juego
con las palabras.
De dar la clase por
terminada.
Leíamos poemas
eróticos,
para despedir otro lunes reunidas.
Contentas con los
relatos y poemas que paríamos.
Con el lipograma sin
la “e”
que nos salió tan
perfecto.
“Con el movimiento
engorda”, dijo Tere,
podríamos pergeñar
un poema con esta frase,
-continuó-,
sonriendo con picardía.
Y nos fuimos con el
propósito a casa.
Ahora me imagino a
las escritoras de los lunes,
dándole vueltas al
bolígrafo
para vestir de travesura
al poema,
embadurnando las
palabras
con pátinas de color
verde,
fabulando versos con
sonrisas de antaño,
escribiendo,
escribiendo,
escribiendo,
dándole vueltas al
bolígrafo,
para que el poema,
con el movimiento,
engorde.
Hola: me has pillado "in albis"
ResponderEliminarVoy a intentar mover bien la cabeza y así tal vez pueda engordar mi memoria. Gracias y besos.
A ver qué nos ha salido. El lunes la solución. Un besote.
EliminarUn bulto dudoso. Lo vio. Asombrada comprobó como Iván introducía la mano. Manipulaba. Donó su palma. Asustada, María, abrió la mano. Iván alojo un bolígrafo glauco. María adivinó una próxima historia con tinta colorista.
ResponderEliminarMe imagino que con la manipulación tendrá María mucho que escribir. Nos vemos. Un beso.
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