167. Con final abierto.
Lo prometido es deuda.
Ya llegó el relato inacabado.
Ya llegó el relato inacabado.
Me lo habéis pedido.
Pues ahí va. Espero vuestras ideas, vuestras lazadas para rematar la historia.
Escuchad:
"Por fin se decidió a hacerse unos arreglillos en la boca.
Un pastón. Un dolor.
Pidió cita en una clínica cercana a su casa, por
comodidad, porque le habían hablado bien de ella y porque le inspiró confianza
el día que fue a pedir un presupuesto.
—Vicente es un buen profesional— le dijo la chica de la
recepción, —está en buenas manos.
Aprovecharía sus vacaciones en el periódico donde
trabajaba, iría a la piscina, al cine, leería todo lo que tenía pendiente y
acabaría de una vez con el desagradable asunto.
El dentista la recibió amablemente y Paula se tumbó,
tranquila y confiada, en el sillón azul de la salita.
El dentista se colocó la mascarilla, centró la lámpara y
comenzó la intervención.
Paula cerraba los ojos, a veces, para paliar las molestias
tenues de la anestesia, otras veces los mantenía abiertos.
Se fijó en los del dentista, eran de un color vago pero
algo febril, determinante, sin fondo.
Paula recordó, recordó de pronto una tarde de antaño, un
verano con excedente de calor, adolescencia, primeros amores. Una flor ofrecida
por un muchacho y un desprecio desmedido, un rechazo humillante y cruel.
Apartó los ojos hacia el ventanal de la consulta.
Cuando el dentista se adelantó hacia ella con la
jeringuilla, Paula vio en sus ojos sin color el frío de la venganza"...
Pues ahí os lo dejo amigos.
¿Me regaláis un final?
¿Qué será de Paula?
¿Tendrá Vicente buena memoria?
Gracias a todos.
Que sería de esta casa sin vosotros!
Pues ahí os lo dejo amigos.
¿Me regaláis un final?
¿Qué será de Paula?
¿Tendrá Vicente buena memoria?
Gracias a todos.
Que sería de esta casa sin vosotros!
Los dolores también se deben compartir, le dijo Vicente. Pero ha pasado tanto tiempo. Cuando termine te daré aquel abrazo perdido. Un beso.
ResponderEliminarUn final perfecto, sin rencor, ni caries. Besazos.
EliminarPaula, instintivamente lo detuvo, se incorporo sobre el sillon,y mirandole fijamente alos ojos :! Exclamo,Vicente! .El, se detuvo,de momento no caia en la cuenta...quitate la mascariila, necesito verte mejor...la voz de Laura se dio a conocer. Ambos se fundieron en un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMe gusta. Perdonando en el abrazo, desoyendo todo lo negativo. El comienzo del comienzo. Besotes Carmela. Feliz verano.
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