Mari Carmen y yo, después de la historia del jabón. En una tetería de Embajadores.
A lo mejor hoy.
Es que ya llevo aquí tres
semanas, desde que su amiga me regaló. Anda que no se puso contenta. Y cómo me
olía, a pesar de estar envuelta en un precioso papel reciclado y atadita con
una cuerda brillante de raso verde:
-Es jabón
artesanal-, dijo Mari Carmen, la que me elaboró a partir de un popurrí de jabones de todas las nacionalidades y texturas,- está hecho con semillas de aguacate y glicerina de coco.
-Pero te conozco,- añadió- y no lo vas a usar. Sé que te dará pena. Pero ya verás qué suaves te deja las manos. Cuando lo gastes, te regalo otro.
-Pero te conozco,- añadió- y no lo vas a usar. Sé que te dará pena. Pero ya verás qué suaves te deja las manos. Cuando lo gastes, te regalo otro.
Y aquí estoy
todavía, sin debutar, dentro de un cestito de mimbre, junto a otros jaboncitos con forma de corazón o de angelito. Y ya van tres semanas.
A lo mejor hoy
se decide.
Ha apagado la luz y
ha salido del baño. No ha habido suerte.
-Espera, que suena el
timbre de la puerta.
Es ella, Mari Carmen, la amiga, la del regalo.
Es ella, Mari Carmen, la amiga, la del regalo.
Están charlando y
creo, que tomando una cerveza. Anda que no les gusta.
¿Has usado el jabón
que te regalé? - oigo que le pregunta.
No logro escuchar la
respuesta, pero se enciende la luz, Eloísa me desata apresuradamente del lazo verde, me
despoja de mi envoltorio de papel reciclado y me estruja con suavidad entre sus
manos, debajo del grifo, con agua calentita.
-Qué gusto! Hago mucha espuma y doy vueltas y más vueltas entre
sus dedos. Se aclara con más agua y me deposita con cuidado en la cestita,
entre los corazones y angelitos sin estrenar.
Sale. Le dice algo a
su amiga. Ríen. Toman más cerveza.
Me siento bien.
Importante.
Importante.
Por eso yo te regalo libros. Se que nada más caer en tus manos se hojean.
ResponderEliminarJa, ja, haces muy bien, se hojean, se ojean, se manosean, se huelen, se usan, se colocan al lado, se leen. Haces bien, digo, sigue así. Un abrazote tremendamente usado.
EliminarLos regalos deben estrenarse, porque a veces pierden la esencia. Buen día.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Luego, cuando volví de la tetería, el jabón me echó una bronca y me hizo recapacitar. La pena es que, de tanto usarlo, ya no está, Un beso sin usar. Todavía.
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