Imagen tomada de la red.
Me dejó en el camino,
en aquel recodo terco
que ves allí.
Que no diga que fue un trato.
Me dejó.
Allí.
Luego siguió alejándose,
con la espalda demasiado
erguida,
libre de culpa,
el paso firme.
Yo continué mirando
su resuelta silueta,
su huida
y el silencio.
Pero, por el olor salobre
que me trajo el viento,
adiviné que lloraba.
Cada día me gusta más como escribes.Yo ya ni lo intento
ResponderEliminarMuchas gracias querida Paloma. Ni se te ocurra dejar de intentarlo, a veces entre la espesura salen jardincillos bellos. Abrazos con rima.
EliminarHoy lágrimas por doquier. Libre de culpa. Yo continué mirando.Me dejó.
ResponderEliminar¿Verdad que me entiendes, amiga?
Mari Carmen.
Mari Carmen pero no me digas que esas lágrimas no son maravillosas. Por lo que veo no te dejó. Venga, paso firme. Besos. Sal. Azúcar.
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