Hoy me he quitado el sombrero. Me he pintado los ojos y me he colocado unos pendientes que bailen sobre los hombros. Y un pañuelo que me arrope la garganta, para impedir la queja.
Voy a escribir todo el día. Estoy con Cerrado por amor. La historia de Manuela. Una historia hermosa que se volverá verdadera a medida que la cuente.
Luego saldré con Chewie a abrazar el último árbol de la avenida. A respirar las ansias, a sosegar las nostalgias.
Pura vida.
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