De ansias y sosiegos. Pinta el mundo de naranja. Visita a Madrid y demás historias.

344. Con  Asiole, con la argentinita y desmontando el tenderete.

Buenas tardes corazones.

Ahora llego a casa. Desde ayer.

Asiole se sentía mal. Después de enseñarme, orgullosa, las fotos de la boda de Larios; decirme que Maribel, la actriz, sigue su historia de amor con su amiga Alba, la gordita bella; después de la alegría de saber que el Sr. Andreas y Angustias, continúan su idilio desde que vinieron de Italia y que los tristes del bar siguen en su linea, me comenta, cambiando de tono, que su Mislav se vuelve a su tierra. Que se va con un contrato de un año, que le ha prometido volver y que tienen proyectos de futuro, pero que la distancia es el olvido y que donde no hay roce no hay cariño..., total, que después de recitarme mil refranes y desgracias, me quedé a dormir con ella y parece que, después de una botella de vino que nos bebimos en su jardincito, con Barrigas y la tortuga Frida, la de los profiteroles y el salmón, mirándonos fijamente, pasó buena noche y se ha quedado más conforme.

Al salir llamé a mi amiga argentina, Nilda, y nos fuimos a recorrer Madrid de día. 

Madrid de noche nos toca mañana.

Nilda y yo.

Llegué a mi clase de todo unos minutos tarde, y después de un dictado original que nos gusta mucho: con simpáticos ejercicios de escritura, como son los cadáveres exquisitos,  y un par de tres o cuatro divisiones, clausuramos los 16 días de activismo contra la violencia de género. Ya sabéis, la casa cultural de Castilla- La Mancha ha mantenido estos días el grito naranja contra todo tipo de violencia.

Despediremos el día con un par de cervecillas, para celebrar que hoy es irrepetible y que mañana será otro día.

Os repito mi agradecimiento y mi deseo de continuar con vuestra compañía.

Os repito que os quiero.

Hasta mañana.

¿Me perdonáis la tardanza?