Después de pasar la aspiradora a la alfombra de la entrada, repartir la correspondencia y tomarme un segundo café, me disponía a echarle de comer a Barrigas, pero veo llegar el coche de Marimar, y me espero.
Viene de hacer una visita al Callejón de Jorge Juan y trae un par de bolsas de Louis Vuitton.
Esta mujer le va a tener que poner un piso a los Vuittons que tiene.
Me dice que a su hijo A.J. le han dado un premio por sus dibujos de cómic-manga y que Álvaro, el mayor, ha terminado la carrera. Y en ésas estamos cuando llegan las Koplowitzs, Montse y Pilar, también portando varias bolsas de tiendas de alto copete.
Suben juntas en el ascensor comentando las gangas que acaban de adquirir, haciendo crujir el papel satinado y fino de los paquetes.
Entra, en ese momento, en el portal la niña pelirroja de la coleta al viento, Alexandra.
Imagen tomada de la red.
Entra, en ese momento, en el portal la niña pelirroja de la coleta al viento, Alexandra.
Le digo que pase un rato a tomar una pastita, si tiene tiempo. Una vez en mi terreno, le suelto, así, sin respirar y tomando el rango de madre, que no se le ocurra darle cuartelillo a Nacho, que es un pijo, tonto y vago. La pobre no se esperaba semejante bombardeo, pero ha sonreído, elegante, como es ella y me ha tranquilizado. Por lo visto, el Nacho si lo ha intentado, pero a ella no le gusta nada y me dice que está a punto de acabar el curso de chino y que se va a Taiwan con una beca para perfeccionarlo.
Qué descanso me ha quedado! Le he regalado un colgante con forma de corazón, que se ha puesto enseguida y me ha abrazado.
Barrigas se quería ir con ella.
He pensado, así de repente, y mientras la veía subir andando hasta su casa un haiku:
Voy a ver si me hago unas espinacas al horno.
Última hora:
Son casi las dos. Me acaba de llamar Mario. Su padre ha muerto.
Qué descanso me ha quedado! Le he regalado un colgante con forma de corazón, que se ha puesto enseguida y me ha abrazado.
Barrigas se quería ir con ella.
He pensado, así de repente, y mientras la veía subir andando hasta su casa un haiku:
Con un colgante
de un corazón al cuello,
Alex sonríe.
Voy a ver si me hago unas espinacas al horno.
Última hora:
Son casi las dos. Me acaba de llamar Mario. Su padre ha muerto.
Vaya comunidad mas pija que te has buscado. Aunque las porteras siempre reciben regalos. Seguro, que un día encuentras en la camilla de tu salita, un Vuitton o un C.H. Es bonito regalar y mas si son corazones. Siento lo de la muerte del padre de Mario. Con añoranza abrazos.
ResponderEliminarTodos lo hemos sentido mucho, D. Lorenzo era un señor. Gracias por tu seguimiento, querida. Un beso.
Eliminarjaja me encantan tus historias! son ideales!!
ResponderEliminarMe alegro contar con usted en este recorrido por mi comunidad. Un abrazo y feliz verano.
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