jueves, 30 de enero de 2014

Ningún día sin una linea.






La Universidad Popular de Leganés dará comienzo, a partir del próximo lunes 3 de Febrero, su preciosa iniciativa de escuela de escritura. 

El horario: lunes o martes de 17:00 a 19:00 horas y miércoles o jueves de 10:00 a 12:00 horas.



El lugar de inscripción y encuentro: Universidad Popular de Leganés. Centro 'Santiago Amón' (Plaza de Pablo Casals, 1, primera planta).



Animaos, quedan pocas plazas y, disfrutar y pasar buenos ratos jugando con las palabras, está asegurado.






martes, 28 de enero de 2014

Homines dum docent, discunt.


En clase de todo en mi sede castellano-manchega de Leganés desgranando geografía. En la mano, un té a la menta para halagar la garganta. Escuchando, 19 chicas y 1 chico de edad ilusionada y energía renovable. Mi compañero Alfonso se ocupará más tarde de los números primos y de la prueba del nueve.

lunes, 27 de enero de 2014

Mis amigos.






Nadan mis amigos en aguas de colores
ondulantes y frescas,
entre rocas y álamos serviciales.

Las hojas susurran encima de sus cabezas,
se balancean
como pensamientos gozosos.

Mis amigos se dejan envolver
por el agua,
se entregan a sus poderes,
se ofrecen.

A veces, buscan un puerto resguardado
de la furia
de los dolores imprecisos,
una playita entre dos tiempos.

Cuando quieran de nuevo
levar anclas,
volverán a nuestra mesa,
a escanciar el camino,
a reír,
a vivirnos.
(Para Cathy y Andrés).
08.07.2013.

domingo, 26 de enero de 2014

Mordaza.




Soy eterna indecisa.


Me levanto en la noche
y no sé si ir al baño
o salir de parranda con mi perro.


Me acuesto en tu hueco
y dudo entre poner la radio
y bailar,
o hacerme ovillo en los recuerdos.


Cuando me siento a leer
en ese rincón que conoces,
cojo, de repente, los pinceles
y pinto un bosque oscuro y apretado.


Si me preguntas,
cavilo, con los ojos en el futuro,
si te ofrezco una sonrisa
o permito a mi lengua
que inaugure las alas.

lunes, 20 de enero de 2014

Cuento para dormir a mi perro.




Imagen tomada de la red.

Hay un pequeño parque enfrente de mi casa y, en medio,  una placita redonda con columpios y toboganes para los niños y unos bancos de madera oscura alrededor. Son siete.
Los miro a veces desde mi ventana, mientras tomo una taza de café o té y observo la disposición de los bancos. Se agrupan de dos en dos,  dentro de los cuatro arcos iguales que forman el círculo de la placita, entre las correspondientes salidas, pero en uno de ellos sólo han colocado un banco.  Nunca, que yo recuerde, tuvo un compañero.
Y a mí me da pena su soledad.
En los días bonitos, a la hora de la merienda, la plaza se llena de madres con sus niños. Y  mientras los pequeños se dejan resbalar  por el tobogán o se elevan al cielo en los columpios, las mujeres charlan entre ellas u hojean alguna revista.
Se ocupan los bancos contiguos y, rara vez, mi solitario amigo goza de compañía alguna.
Por eso yo le tengo piedad a mi banco.
El pobre, parece tan triste que yo, algunas veces me bajo y, sentada en sus brazos de pino, le murmuro, apacible, bonitas palabras.
Si él escucha, si comprende el idioma en que hablo, ¡qué dulzura tan honda hará nido en su alma sensible de árbol!
Y, tal vez, a la noche, cuando el viento se enrede en sus patas, embriagado de gozo le cuente: ¡Hoy a mi me dijeron hermoso!*



*Idea final y versos tomados del poema La higuera de Juana de Ibarbourou.

domingo, 19 de enero de 2014

sábado, 18 de enero de 2014

Rumor de lluvia.



Imagen tomada de la red.

Hay un magnolio
en la esquina de la tarde
repleto de aromas y flores blancas,
grandes como mundos,
soberbias como mentiras.

Allá arriba,
en el extremo del día,
la piramidal ansia del cedro
siluetea el collado.
No hay nubes.
Se me cae la noche por la espalda
y retumba en el aire un rumor
de lluvia y primavera.

Mi boca está llena de buganvillas
y jilgueros.


lunes, 13 de enero de 2014

Deseé alguna vez...





Deseé alguna vez que un poeta me amase, *
que dejase caer por mi espalda,
lentamente,
versos de rima consonante.
Que me diera besos tallados
con décimas de fiebre.
Que, en Mayo o Septiembre,
me regalara ramos de sonetos
antiguos
y que me preparara, al despertar,
humeante café
endulzado en fonemas.
Deseé que un poeta me amase
y encontrarme, entre el vértice
de sus muslos,
la métrica perfecta.


* Verso de un poema de Chantal Maillard.

sábado, 11 de enero de 2014

Viernes salmantino.



Mi guia Mari Carmen y yo.


De casa Paca al Cervantes, del Novelty a La Viga, de la plaza Mayor a la Clerecía, de la Casa de las Conchas a las Catedrales, de la Casa Lis a la Universidad, del puente romano al palacio de Monterrey.
Todo esto en un día luminoso de este Enero nuevo, con amigos y con una amiga charra que me enseñó in situ la ciudad y un cachito de su vida.
Una muesca más en la agendita de mi camino vital, otro día selecto. 
Anotado queda.





En la cafetería Novelty conversando con Torrente Ballester.


En la cafetería Cervantes saboreando un ribera y una "palomita".

martes, 7 de enero de 2014

El cambio.



Imagen tomada de la red.


     Amaneció claro el martes 7 de Enero. 
    Recogió un poco los vestigios de las fiestas y después de un café bien caliente se dirigió al centro comercial, tan paseado en los últimos días, para hacer algunos cambios y nuevas compras.
     Hizo todos los encargos relativamente rápido, a pesar de las largas colas que se mantenían delante de las cajas de cobro de las tiendas.
    Deambuló después por los pasillos del centro comercial un poco vencida por el tedio y obnubilada por las luces y la música adictiva y cansina que se escuchaba por doquier.
     Se fijó, cuando ya había decidido irse, en una tienda que, juraría, no había visto en todos los días que visitó las galerías, “Devoluciones y Cambios” se leía en un pequeño rótulo de color azul intenso y con una luz tenue y acogedora en el interior.
     Entró.
    No había apenas clientes, al fondo un mostrador de madera oscura y un hombre de mediana edad y con una barba exageradamente abundante y extraña. Grandes catálogos se exhibían colgados de las paredes de piedra. Olía a humo.
—¿Desea devolver o cambiar algo? le preguntó el hombre con una sonrisa amable.
—No he comprado nada aquí, de hecho acabo de ver esta tienda, ¿qué venden?
—No vendemos nada, solo se cambia todo lo que se desea cambiar.


Estoy esperando a que mis criadas me traigan mi vestido de seda amarilla. Ya están preparando cien naves con grandes velas púrpura y remos de plata. Me voy a Tarso, Marco Antonio me espera y yo, Cleopatra, voy a vivir mi verdadero amor y a cambiar el rumbo de la Historia.